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Empezar a construir requiere dinero y puede preocuparte no saber si cuentas con los recursos suficientes para emprender tu construcción. La buena noticia es que hay algunos consejos para ahorrar antes y durante tu construcción, y así lograr tu meta lo más pronto posible.
No importa si vas a construir todo al mismo tiempo o por partes, tener un proyecto a futuro hará que las decisiones sean más fáciles de tomar.
Aquí te presentamos 3 buenos consejos que te permitirán ahorrar y ponerte en marcha:
Planear a largo plazo te va a ayudar a tener mayor control sobre tu obra y sus gastos, para evitar sorpresas desagradables. Para esto puedes hacer dos cosas: definir tu proyecto y hacer un presupuesto.
Definir tu proyecto en papel te ayudará a prever tus necesidades, tus gustos y tus posibilidades. Un buen proyecto te servirá para calcular el terreno sobre el cual vas a construir, la cantidad de materiales que necesitas, el tiempo que te va a llevar y cuántos metros cuadrados vas a construir.
Hablando de metros cuadrados, contar con un proyecto definido te permitirá ver cómo va a ser la distribución de tu construcción y eliminar espacios desperdiciados. Así no gastarás en construir algo que no vas a utilizar. Al contrario, estarás ahorrando desde el principio.
Ya que tienes definido tu proyecto, investigar el precio y la cantidad de materiales que vas a utilizar será más sencillo. Vas a poder hacer un presupuesto tomando en cuenta lo que tienes, lo que quieres y lo que necesitas, y planear mejor tus gastos.
Lo más importante de tener un presupuesto desde antes de empezar a construir, es que vas a poder hacer el cálculo de lo que vas a gastar por metro cuadrado de tu construcción, que va desde lo que se usa en cimientos hasta los acabados.
Utilizar los materiales de la mejor forma posible es una de las mejores maneras para ahorrar al momento de construir.
Cuando empieces a conseguir los materiales de tu construcción, una buena idea es comprar por volumen, ya que así suelen ser más baratos. Y con un buen almacenamiento puedes tenerlos seguros mientras los usas.
Recuerda que al comprar por volumen sólo debes comprar lo que necesitas. De esta manera no gastas en cosas que no vas a utilizar.
También te sugerimos invertir en materiales duraderos para tu construcción. Al principio puede parecerte un gasto mayor, pero es un ahorro con el paso del tiempo, porque vas a necesitar menos reparaciones en tu casa.
También es una buena idea invertir un poco más en tus estructuras primarias (cimentación, castillos, muros y losas) para garantizar la solidez de tu construcción. Unas estructuras fuertes pueden evitarte algunos muros y puertas. Piensa en espacios comunes abiertos, menos paredes y puertas significan menos material que comprar.
Construye los espacios donde se instalan aparatos que consumen agua como la cocina, el baño o lavaderos, cerca el uno del otro. Así vas a necesitar menos material de plomería, e incluso pueden compartir pared.
Piensa también en la orientación de tu construcción para aprovechar mejor la luz del día y el clima. Vas a utilizar menos electricidad y estarás ahorrando.
Finalmente, ya es momento de empezar a construir: ¡programa tu trabajo!
Es posible que el proyecto que diseñaste tarde algún tiempo y lo vayas construyendo por etapas. Lo mejor es programarlo para ver en qué momentos vas a necesitar ayuda y qué etapas de la construcción puedes hacerlas tú mismo. Con eso vas a saber cuándo gastar y cuándo puedes ahorrar, y tendrás mayor control sobre el proceso y el tiempo de construcción para tomar las mejores decisiones.
Por ejemplo, trabajar por etapas significa que puedes utilizar sólo un andamio para toda tu construcción, pues vas a saber cuándo y dónde se necesita. Incluso, al final, puedes reutilizar la madera.
Lo importante de la planeación es que te ayudará a estar preparado para todo el proceso de construcción, de acuerdo a tus necesidades, tus gustos y tus posibilidades. Cuéntanos ¿en qué parte del proceso estás ahorrando tú?
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